Servir
Dormía y soñaba
Que la vida era alegría.
Desperté y vi
Que la vida era servicio
Serví y vi
Que la vida era alegría
Rabindranath Tagore
Rabindranath Tagore, poeta, escritor y artista indio, recibió el premio Nobel de literatura en 1913. En este corto poema, nos remite dos veces a la alegría de vivir. Muy en el fondo de nosotros, sabemos que en algún punto, vida y alegría se unen. Lo podemos ver entre sueños, como un recuerdo antiguo, o como una experiencia incluso breve, pero muy real. Continuamente nos olvidamos de aquello que ya sabemos, y rápidamente cambiamos la alegría interior por el placer exterior y luego el placer por el dolor. Aquí, el sabio poeta, nos recuerda algo muy simple: sirve, no busques la alegría en tu sueño.
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de Tagore
La alegría en el servicio es necesario experimentarla, es difícil de explicar.
Algo así como una donación de sí misma en favor de otros que produce gusto y satisfacción y compensa cualquier esfuerzo que la requiera.
Este texto es de lo más bonito que se puede decir del «servicio»
Gracias, Ángeles. Es un texto que a muchos les cuesta entender, porque lo interpretan como una invitación a la servidumbre y a la sumisión. Sin embargo, servir y ser útil a los demás calma la mente, agranda el corazón y da sentido a la existencia.