A veces nuestra mente se interpone entre nosotros y la realidad y nos engaña. El que percibe influye más en la percepción que lo percibido.

En esta curiosa situación planteada por la empresa Canon, seleccionaron a seis fotógrafos para hacer una sesión fotográfica a una persona. La peculiaridad del asunto es que a cada fotógrafo se le dio un contexto diferente acerca del motivo por el que ese hombre había de ser fotografiado. En concreto a cada fotógrafo se le dijo que el modelo era:

  1. Una persona millonaria.
  2. Una persona dedicada a salvar vidas.
  3. Un ex-recluso.
  4. Un pescador.
  5. Una persona alcohólica en recuperación.
  6. Una persona con habilidades psíquicas.

Lo interesante del asunto es que esta información tergiversó radicalmente lo que los diferentes profesionales vieron en el hombre que tenían delante. A pesar de que todos tenemos la capacidad de percibir y sentir al otro, cuando nuestra mente da por supuesto ciertas informaciones sobre él, nuestra visión queda muy sesgada.

En este caso podemos ver fotografías que engrandecen la figura de este hombre o lo hacen parecer una persona turbia o vulnerable. Es una forma entretenida de tomar conciencia de los juegos que nuestra propia mente nos hace y de cómo a veces para poder ver más, tenemos que conocer menos.

Todas las caras que muestran las fotos estaban en Michael, pero cada fotógrafo eligió qué cara mostrar. Esta ignorancia activa que desarrollamos hacia lo que tenemos delante nos lleva a este sesgo interpretativo y limitativo: vemos solo lo que estamos dispuestos a ver.

Si este texto te ha resultado útil, o si crees que puede servirle a alguien que conoces, compártelo en whatsapp o en tu red social preferida. Sólo tienes que hacer clic en uno de los botones. Gracias por tu ayuda.