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Tratamos de ver la realidad tal cual es . ¿ Pero cuál es la realidad ? la que vemos o la que nos quieren hacer ver. Saludos.
Manuela F.C.
Hola Manuela. ¡Qué pregunta más interesante es la que propones! ¿Cuál es la realidad? ¿La que vemos o la que nos quieren hacer ver? Yo creo que la realidad es única, no existen “realidades” para cada persona. Creo que confundimos las inferencias e hipótesis que formulamos sobre lo que pasa a nuestro alrededor con la realidad. No estamos acostumbrados a ejercitar el mero acto de la observación. Estamos constantemente interpretando lo que acontece. Vivimos estas interpretaciones como realidades, y por ello pareciera que puedan existir la realidad de los demás frente a la nuestra.
Imagina una cafetería donde falta dinero en la caja. Se hace una reunión para esclarecer si alguien del personal se ha llevado dinero. El día que ocurrió el hecho había 4 camareros. Todos comparten lo que vieron ese día. Si todos expresaran solamente lo que han podido percibir con sus sentidos, sin juzgarlo, sin interpretarlo, podríamos decir que entre todos alcanzarían un mayor conocimiento de lo que ocurrió, un relato de los acontecimientos de aquel día. Aquí nos estamos moviendo en el campo de la realidad.
Cuando entre todos empiezan a interpretar lo que vieron, entonces nos movemos al plano mental, no al de la realidad. Imagina que dos de los camareros vieron a un tercero cerca de la caja durante un buen rato aquel día. Parecía nervioso, llegan a juzgar, porque se tocaba el pelo mucho, se movía con agitación, su actitud era de alerta y sus mejillas estaban rojas. Cada uno de los presentes en la reunión interpreta este hecho como que estaba vigilando y esperando su oportunidad para robar el dinero que falta.
Cada uno hacemos distintas interpretaciones de lo que vemos dependiendo de las situaciones que hayamos vivido antes, de nuestros aprendizajes en la vida y de la opinión de otros. Pero esto no es lo que llamamos realidad y a lo que deberíamos intentar apegarnos lo más posible.
A este camarero lo acaban echando del trabajo. Si tuviéramos una máquina que nos hiciera omniscientes, que pudiéramos saberlo todo sobre lo que en ese día ocurrió, veríamos que el camarero despedido estaba nervioso cerca de la caja porque ese lugar era el único desde el que podía ver la mesa de la esquina del bar, donde se estaba tomando un café la chica de la que estaba enamorado. La caja tenía un agujero en el cajón de las monedas, y cada vez que se cerraba la caja unas cuantas monedas se iban colando por la parte de atrás.
Todo lo que los camareros vieron ese día era real, el chico nervioso cerca de la caja. Sin embargo, aquellas valoraciones e interpretaciones no tenían necesariamente que coincidir con lo que realmente pasó, aunque fueran compartidas por todos y todos estuvieran de acuerdo.
Este es un simple ejemplo ilustrativo, lo que nos encontramos cuando nos relacionamos con los demás es mucho más complejo. Ocurren varias cosas:
1. No somos capaces de observar sin juzgar. Muchas veces estamos predispuestos a ver lo que queremos ver. Por lo tanto, ya ni siquiera contamos con una herramienta para percibir que esté limpia y nos permita ver la realidad. De manera contraria, a veces no queremos ver cosas que son evidentes porque nos causan dolor. Sin embargo, la realidad es la que es, y nos acaba alcanzando de una manera u otra. Tristemente, no querer ver la realidad o forzarnos a ver cosas que deseamos pero que no son así, nos acaba enfermando y trayéndonos sufrimiento.
2. Confundimos lo mental con lo real. Nos parece que nuestras valoraciones sobre lo que ocurre, nuestros pensamientos, fueran verdades y realidades. Pero, como hemos visto, no tienen por qué serlo.
Para responder a tu pregunta te diría que para poder ver la realidad debes observar lo que ocurre en actitud de curiosidad, sin prejuzgar aquello que ves y que sientes. Intenta ser consciente de qué parte has observado y después del sentido que le has dado a todo aquello. Diferenciar entre lo que has observado, lo real, y lo que hemos construido a partir de ello en nuestra mente nos lleva a ver mejor y acercarnos a lo real. Nos lleva, al fin y al cabo, a comunicarnos también mejor con los demás, pues entenderemos mejor al otro. Podremos situarnos en un espacio que es común, que compartimos dentro de esa realidad que es única y compartida para todos. Quizás nos haga entender un poco más que al igual que nos pasa a nosotros, otras personas tampoco son conscientes de la diferencia entre lo mental y lo real. Cuando hay un conflicto con opiniones encontradas, entenderemos que no son un choque de realidades, sino puntos de vista, que no son absolutos, Al saber que no se tratan de realidades nos es más fácil no aferrarnos a ellas, nos permite escuchar mejor a los demás y dialogar, lo que resulta enriquecedor. Quizás nos haga más humildes y abiertos a los demás y a la idea de cambiar de opinión. Observar como mero testigo te puede hacer de ancla en la realidad, sabiendo que en torno a ello lo que tenemos son opiniones, compartidas o no.
Creo que el problema filosófico más profundo que existe es el de determinar lo que es la realidad. “Conoce lo Real” es incluso más profundo que “Conócete a ti mismo”, pues al final, si deseas conocer lo que hay de real en tí, o si deseas simplemente conocer lo que hay de superfluo, deberás en cada caso medir tus hallazgos con respecto a lo real; y sin embargo, no podemos saber, en su sentido más profundo lo que es real. Usamos dos verbos principales para referirnos a lo real: Ver y Creer. Y decimos: Veo que es así, o creo que es así. Pero lo que vemos aún siendo perfecto, está limitado por el sentido de la vista. Y lo que creemos, aún siendo justo, es una opinión más. Necesitaríamos otro verbo, un tercer y nuevo verbo que sería el de “Crever”, formado por creer y ver. Se conjugaría como el verbo ver: He crevisto que el camarero nervioso se llevaba el dinero”.
Después de confesar que no puedo conocer lo real, Alba, tampoco puedo saber si lo real es único. Puede ser estático o dinámico, único o múltiple. Algo hay, intuyo, que sostiene el fluir y ni tan solo es el fluir. Pero cuando lo nombro, se desvanece. Hay algo más allá, más profundo, en donde tal vez solo haya existencia, sin otros condicionantes de tiempo o forma. Me gusta pensar que es un espacio común. Lo llamo real.
Daniel
Enhorabuena,buen trabajo
Te leo y me ayudas muchisimo
Estoy muchisimo mejor,ni en la montaña ni en el valle.
Te tengo gran cariño, me esta viendo cada 15 dias juan Sanchez Sevilla
chiquillo todo me sienta mal, y tuve muchas cefaleas tensionales, que aun queda resto
el pobre va probando con tdo con miedo, por mis efectos secundarios
Un gran abrazo Pili Gonzalez Bermudo